Una matrioska de criptodídimos encarna una monstruosidad anatómica en la que cada gemelo está escondido dentro de los otros en sucesión no infinita, circunscrita a los tamaños celulares considerados máximo y mínimo (El tamaño máximo de una célula está limitado por una relación volumen-superficie que permita el intercambio de nutrientes y desechos con el exterior, y el tamaño mínimo, por el volumen más pequeño en el que pueden disponerse sus componentes esenciales).
Tanto en el arte clásico como en el posclásico, el desnudo femenino se identifica con la diosa romana Venus. Existen numerosos ejemplos tales como la Venus de Milo, El nacimiento de Venus de Boticelli o la Venus del espejo de Velázquez.
Sin embargo, es poco usual su utilización científica. No obstante, el Museu d'Història de la Medicina de Catalunya tiene una pieza denominada la Venus Anatómica, una figura de mujer embarazada que permite observar el interior de su vientre mediante disecciones sucesivas que conducen hasta el feto.
La artista sueca Gunilla Elam ha realizado una fusión artístico-científica de Venus, una reinterpretación de la Venus Anatómica en su obra Venus Inside (Venus adentro)