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En 1994, Hans Thewissen anunció el descubrimiento de varios esqueletos de 49 millones de años de antigüedad, el más completo consistente en partes del cráneo y una mandíbula, varias vértebras, algunas costillas y huesos de las extremidades prácticamente completos. Los largos huesos de las extremidades eran capaces de soportar plenamente el peso del animal en tierra, y eran también capaces de remar a través del agua utilizando movimiento de arriba hacia abajo del espinazo. Thewissen bautizó a este animal Ambulocetus natans, “la ballena que nada y que camina” (Ver artículo de Lenny Flank, 1995. Traducción: Rolón Ríos).
Según Thewissen, “Ambulocetus representa un intermedio crítico entre los mamíferos terrestres y cetáceos marinos”. (Thewissen, Science, enero 1994, página 212).
Otros antepasados de las ballenas son:
Mesonyx
Pakicetus
Dalanistes
Rodhocetus
Takracetus
Gaviocetus
Dorudon
Basilosaurus
En la imagen, Ambulocetus de Carl Buell (Olduvai George es el “alter ego” del magnífico ilustrador de historia natural Carl Buell: oduvaigeorge.com).
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